domingo, 29 de septiembre de 2013

y la irremediable fricción de tus gemas  hizo emerger-me amapola. Amapolas fidedignas a la cualidad de recorrerme, de socorrerme, de resolverme del  vacío mismo de un boulevard a media noche. Sal de allí, que la tundra de tu aliento al fin de la penumbra, del recuerdo te subleve del resquicio y  te rescate en una y cien noches de lunas borradas.

2 comentarios:

Luis Cano Ruiz dijo...

Demasiado tiempo tardan en llegar tus palabras. Aunque como siempre, la espera se perdona por lo que nos traes.

Muy bello.

Cuídate.

Lucina dijo...

infinitas gracias por acercarte, por la complicidad.

abrazo enorme

desde el espacio