un momento

se presenta el presente bañado de luna

el viento se almizcla de falsas vacaciones,

me desvelo sedienta de noches sin excusas

se incendian las dudas, mis traiciones.

Juego a descifrarte con las runas

moldeo en arcilla el frenesí de tus pasiones,

4:00 a.m. y aun gimen sin escrúpulos las musas

llegó el momento, me transmuto en mil canciones.

* violoncellos. acrílico. alejandra verónica zúñiga

el mar en mi...

Walking Around

caminante -en el aura de mi espalda,

olvidaste (silencioso)

el aroma de tu néctar,

y el susurro temeroso

en el ombligo de mi alma.

* Oleo, "Espalda de Mujer". María Francisca Pizzi

insomnio índigo

Fundimos palabras con mi querida Gitana,
poetisa de los vientos.
Un placer Naty caminar contigo...
Para enamorarse de sus andanzas

http://www.embrujodegitana.blogspot.com/

un principio azul,

hoy no hay rumbos...

solo mi libertad a mares

en un camino oscuro.

mi traductor de suspiros

ladrón de horas bohemias,

me entregas la llave escondida

del rincón de mi inocencia.

arranquemos a besos los astros

desentrañando en el tiempo,

el respirar dúo que provoca

este insomnio de versos

tiñendo de azul tu nombre

en el centro del universo.

en el paisaje intrínseco de fantasías

(el de tus piernas tatuadas de madrugadas)

habita un magma asiduo de palabras,

un -no me olvides...

y algunas promesas evanescentes como las hadas.

abstracción

Con la ira de un grito ahogado y el laconismo de un domingo entumecido, unas rejas (imaginarias ellas) se rehusan a la libertad sublevada, de una primavera incorrecta escondida bajo el cielo septentrional de tu mañana

"y yo procuraré no suspirar tan a menudo,

y acostarme a una hora prudente.

Yo se que afuera inevitablemente

me está esperando una nueva mañana

lo prometiste... radiante y soñada"

Colonia Del Sacramento. Uruguay

(des)encuentro

Lúgubre,

como si nunca nos hubiésemos rozado

los retales de un tiempo cándido.

Casi siniestro,

te apareciste y compartimos cuatro baldosas.

Fingí no conocerte,

esa defensa inquieta para ocultar viejos sentidos.

Por un instante recordé tus vuelos...

amabas cada porción de la luna.

Ayer me crucé con esa mirada que alguna vez fue mía,

y como un bisturí

se enterró hasta mi alma.

" porque sueño a tu lado ... aunque no duerma contigo"

nenúfares

vuelves,

besando un sinfín de palabras etéreas

has recorrido grutas olvidadas

y algunas tabernas con baúles de penas.

vuelves,

desabrochas los botones de mi rutina,

remiendas las heridas

y una vez mas casi me elevas

como un nenúfar sobre la orilla.

busco matices de belleza

y un aroma a hiedras subiendo por mis piernas...

es entonces habitar (me) en tu pecho hasta que las anémonas se cuelen de la ventana al piso,

alfombra afrodisíaca para pieles níveas aun.

deshojemos un final de cuentos, de esos en los que duermen princesas azules coronadas de rosas salvajes, en un castillo de naipes.

anda y hoy camina conmigo... como cada vez que abres tus alas por esta orilla de dulces incertidumbres, de encajes amantes y trasnochados.

Porque la música es el néctar de los versos

Gracias por estos dos años de complicidad sin fronteras...

Un Beso Grande

Lucina

Embriagaos

Hay que estar siempre ebrio. Esto es lo único.
Para no sentir el horrible fardo del tiempo que rompe vuestros hombros
y os inclina hacia la tierra, hay que emborracharse sin tregua.
¿De qué? de vino, de poesía o de virtud como gustéis. Pero embriagaos.
Y si alguna vez, en la escalera de un palacio, o en el borde de un foso, o en la soledad melancólica de vuestro cuarto despertáis ya disminuida o desparecida la embriaguez,
pedidle al viento, a la ola, a la estrella, al pájaro, al reloj, a todo lo que huye, a todo lo que canta, a todo lo que habla, preguntadle qué hora es.
Y el viento, la ola, la estrella, el pájaro, el reloj os contestarán: "Es hora de embriagarse.
Para no ser los esclavos martirizados por el tiempo,
embriagaos constantemente. De vino, de poesía o de virtud como gustéis."

Charles Baudelaire

Aún

aún sabiendo que devoras famélicas noches

que lejos están de ser mías,

y que en tu garganta se refugia un dragón de fuego

capaz de incendiar la piel misma

aún así,

con tus ojos de almendra me miras...

y procedes a adueñarte

del abismo carmesí que duerme en mis mejillas.

un tren

... creo en un ingenioso estero de luna

que dibuja rieles celestes

para un vagón rumbo a las nubes

con un tráfico de durmientes amaneceres.

Hilvanes

un viajero de tormentas sibilinas

vecino,

de historias incandescentes

susurró un arrullo

en la noche clandestina

y el cielo

se acobardó inocente.

cierto luto-noche asustó a esa niña

y corrió...

a esos brazos inciertos

pero felizmente presentes

en cada verso

tuyo

en el que hilvano mis besos

* Oleo Enric Hernàez

Alucinación

El tierno

alarido

de mi ombligo

enciende

las luces

de la mesa

de noche.

Las luciérnagas

vuelan

a través

de la lámpara

hacia el recodo

del tiempo

donde quedó

el beso

que nunca

me diste.

• Gioconda Belli

marítimo

recuerdo el instante preciso,

ese momento en el que me besaste la tarde dándole un portazo a mi rutina.

y te hablé de una ocasión ideal para un ambiente marino,

donde nos abrace un océano de luces (destellantes como me dijiste)

con algunos delfines hindúes durmiendo en almohadones,

y "jóvenes promesas" colgadas de las paredes como frágiles caracolas.

y las olas... siempre celosas de tus manos

empecinadas rezan hasta que un hada las convierta en caricias

esas que susurran cada noche,

cada día.

* habitación del mar por Marustahl

Vuelo

El aire se destila inminente

en un arrabal de sendas cardinales,

hacia miradas perdidas entre la gente

ausentes, en momentos matinales

mientras tú,

te cuelas entre valles de orquídeas

salvaje, como un sol de desierto

me miras y otra vez yo entre la gente

vuelo con alas de caramelo.

Cien radios mitigan rasguidos

resonantes en paredes urgentes,

de pinturas color de pecado

y pisos con huellas dementes.

Entonces libre (descalza) camino

en una habitación de suspiros

¿platico con el destino?

no, mejor descorcho versos contigo.

siendo otoño

Te abrí las puertas de mis silencios
en una dorada melancolía de abriles,
me arrancaste un suspiro escondido
en un árbol
japonés de cerezos.
Soltaste una risa de niño
la sujeté en mis cabellos al viento
caminante de
sueños, de risas
como dulce canto de ruiseñor te sueño.

Sensatez

Rebelión de palabras encontradas
en un vagón con destino instintivo,
Viaje sin estadía certera
hacia unos brazos compartidos.
Una quimera que acecha
como un vampiro
mis sentidos,
ráfagas de confesiones extremas,
hieren un sinfín de suspiros.
Se alojan en la piel de un poeta..
manto de oxigeno matutino,
yo las (te) elijo una y mil veces
como un manantial de besos prohibidos.

contingencias

No se conocían,
aunque dice la leyenda oriental
que un hilo rojo los unía
y también un destino,
la siguiente parada
frente a la cafetería.
El reconocía la exótica sensación
de ese perfume... sí, lo había soñado
quizás en aquel jardín japonés
o solo era parte de su fantasía.
Ella pensaba si esas no eran
las manos que anheló
mezcladas entre sus cabellos
aquel verano en alguna orilla.
Parecía que solo existían
él y ella en esa mañana fría,
en un autobús afín a una isla
en la cual solo sobrevivían
dos naufragos,
¿el resto? el resto se ahogó en la rutina.
Llegó la parada... pero él aún no se iría,
dulcemente le preguntaría
- ¿cerezas verdad?
Y ella sonriendo pensaría... esas
manos... y agitando sus pestañas
- ¿tomamos un café en la esquina?

Huida

Gotas que riegan una promesa

dibujada en el viejo muro,

son libres y congenian una proeza,

esconderse en el mar oscuro.

Un viaje estelar les espera,

entre pétalos de amapolas y rostros seguros

aunque alguna no lo resista y se duerma,

entre tus labios... entre tus rumbos.

Es

Encontrarme
en la magia vespertina de tus versos,
coleccionar pétalos de rutas
para almacenar en mis bolsillos,
volar con unas alas
prestadas por el tiempo,
tropezarme con tu risa
ingenua y resplandeciente al final del pasillo,
y como siempre…en ese inesperado momento
rendirme ante tu pestañas
color de sueño.