no duermo, los olivos silvestres se empeñan en nombrarte/
vuelvo al laberinto rupestre/
amalgamo cada grafito a los renglones de extrañarte/
respiro/
señalo los carteles desdichados/
rio a carcajadas, retorcida-mente/
bebo el néctar de la incertidumbre/
bohemia, recorro tu sombra/
respiro/
reciclo/
recito incesantemente/
y al final, un faro sin presagios/
bruma del misterio/
olas/
y quizás un náufrago ..
y un grito
5 comentarios:
Huír es a veces la mejor forma de sobrevivir.
Cuídate.
Qué poesía... y qué nivel!!!
La vida va llenando las calles de náufragos perdidos...
Leerte és un placer muy grande :)
todo pasa amiga, desde los náufragos hasta los gritos :)
Precioso.
Me la paso reciclando sombras últimamente, Luci.
Beso grande.
Precioso y profundo, gracias por compartir.
Saludos
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