Cuando no puedo mirar tu cara
miro tus pies.
Tus pies de hueso arqueado,
tus pequeños pies duros.
Yo sé que te sostienen,
y que tu dulce peso
sobre ellos se levanta.
Tu cintura y tus pechos,
la duplicada púrpura de tus pezones,
la caja de tus ojos que recién han volado,
tu ancha boca de fruta,
tu cabellera roja,
pequeña torre mía.
Pero no amo tus pies
sino porque anduvieron
sobre la tierra y sobre
el viento y sobre el agua,
hasta que me encontraron.
-Pablo Neruda-
4 comentarios:
Voy a iniciar una petición popular para que escribas más a menudo.
Dicho queda!
Cuídate.
Sublime, Neruda.
Un beso grande, Luci.
SIL
LADRON DE GUEVARA
:)
pues la rebeldía de las musas, se hace presente.
un beso
SIL
Lo es Sil, así de sencillo.
Otro beso enorme
Pablo Neruda, sumado al color y la magia de tu blog... Bello, muy bello!
Un beso desde Barcelona!
Publicar un comentario