lunes, 20 de octubre de 2008


La noche llega lentamente,
mi fragilidad se refleja ante tu
presencia,
dejo que me abraces
para así soñar...
es este el momento
de
no despertar.
Fundirme en un abrazo eterno,
lleno de estrellas
fugaces.
Instante
mágico,
que solo existe aquí
en un tiempo
infinito,
en un ilusionado
lugar.

12 comentarios:

Anónimo dijo...

esos momentos que uno se preguntan si fueron reales...
y aveces solos nos queda el sabor del recuerdo, y ese sabor es de acuerdo en q parte de la lengua de la vida lo quieras poner, porque cuando traen nostalgias de dulces nada nada..
un abrazo

Luis Cano Ruiz dijo...

Bonito texto. Me alegro de haberme pasado por aquí.

Un saludo.

María de Jesús dijo...

me encanta tu poema...momentos mágicos de noches llenos de estrellas, en las que uno desea que no exista el tiempo...

Sole dijo...

me encantaria volver a esos momentos...

Besos

reflejosdelsur dijo...

Para esta y muchas otras noches en que escribas, recibe este abrazo.

RDS

Daniel dijo...

de casualidad, subí algo parecido hace poco.

Saludos.

Anónimo dijo...

Para mí siempre es de noche, hasta que llegan tus palabras. Gracias por el cariño con el que me escribes. Me gusta mucho leerte. Un beso enorme y que te vaya bonito.

Sara dijo...

Me siento muy identificada con tus versos, yo también me siento fragil ante su presencia, una presencia tan efímera y fugar que a veces parece sólo un sueño, tal vez lo sea.

Muchas gracias por tu visita, un placer,

Anónimo dijo...

Vine a despedirme.

Fuiste una persona especial para mí en este mundo y qué menos que decirte adiós personalmente.

No me siento con fuerzas para seguir viviendo en el desván. Necesito una existencia real, más allá de paredes virtuales.

Abrí mi espacio en este universo con la esperanza de poder comenzar una nueva vida, de conocer a personas de carne y hueso que sustituyeran todo lo que se me arrebató.

Busqué amistad, conversación, cariño, comprensión, complicidad, incluso amor; pero en un entorno cercano, que ayudara a mitigar el inmenso dolor y la terrible soledad con la que he sido condenado.

Encontré personas maravillosas, tú eres una de ellas sin duda, pero también gente que terminó por darme la puntilla como se suele decir.

La distancia terminó por pudrirlo todo además, pues me hizo caer en la desesperación de ver que todo al final se quedaba en palabras.

Así que abandono. En esta vida si algo he aprendido es que no se puede decir de este agua no beberé, por lo que no sé lo que pasará en el futuro, pero a día de hoy, pienso que es el final de Alatriste.

Necesito encontrar un nuevo aire de una vez o si no, terminaré muriendo ahogado definitivamente. Estoy al borde del precipicio y es que me siento muy mal otra vez, casi como al principio cuando Nuria me dejó.

Muchas gracias por todo lo que compartiste conmigo y fue un privilegio tenerte al otro lado. Compartir lecturas y escritos con alguien de tu talento, fue de lo mejor que me ha pasado en la vida.

Te deseo lo mejor y que la vida te dé todo aquello que mereces.
Espero que te quede algo de mí y que puedas recordarme con una sonrisa. Yo no te olvidaré.

Nunca se me dieron bien las despedidas, así que lo siento. No sé qué más decirte. Me da mucha pena todo esto.

Un abrazo y hasta siempre.

Ramón/Alatriste.

Juan Escribano Valero dijo...

Hola Lucina: Dices en tu comentario que la crisis llega a todas partes es cierto ya hemos visto por aquí que también llega a un país tan rico como la Argentina, claro que antes llegó Cristina, pero en fin ya la pasaremos con la ayuda de Dios que no de nuestros gobernantes y, espero que tanto en Argentina como en España sepamos elegir a nuestros próximos gobernantes con mejor criterio de lo que lo hemos hecho en esta ocasión.
No espero que el cariñoso abrazo que te envió llene tu horizonte de estrellas, pero si que lo llene de afecto, muy bonitos tus versos.

Anónimo dijo...
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El club de los Parados dijo...

muy bella tu entrada. Me gusta como escribes...
Una sonrisa
Nos leemos

desde el espacio