Platicar sobre el clima es una antigua tradición de timidez, de tamizar la neutralidad y coincidir. Es hablar sin perder de vista los labios jugosos presentes y pacíficos. Visualizar su mano en el bolsillo, el huracán de mis latidos y fingir naturalidad. Es cristalizar el tiempo cuando desciende la mirada y sus pestañas encierran todos los secretos de sueños ancestrales. Es llegar al quinto piso, balbucear buenas noches e implorarle al dios egipcio un nuevo momento nocturno, un despojo de toda premura y que decida por fin, avistarse al abismo de una terraza…conmigo.
6 comentarios:
No es mal final para haber empezado hablando del tiempo...
Cuídate mucho.
No hay nada más neutral ni menos ofensivo que hablar del tiempo...
Hablar por hablar para poder cautivar!
Vuelva a escribir querida amiga! Los dias andan extrañando suspiros!
En otra vida nos leíamos mutuamente. Soy Ramón/Alatriste de El desván del poeta.
Me entró la nostalgia y me puse a buscar las viejas amistades.
Estoy en Facebook como Ramón Martínez Martín, por si quieres retomar el contacto.
Espero que estés muy bien.
Saludos.
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